Los chistes pueden ser una buena herramienta para despertar felicidad en los niños. Además de provocarles risa ayudas a que desarrollen su vocabulario. Una edad en que los niños pueden entender los chistes con mucha claridad es a partir de los 6 años, ya sea que los padres se los digan o que los aprendan en la escuela con los demás compañeros o en los libros de textos.
Los chistes de niños pueden sacar una risa hasta a los adultos, pero en ellos causan un interesante impacto que les ayudan a entender mejor los juegos de ideas.
Hacerles chistes a los chicos puede ser muy beneficioso porque incrementará la creatividad de ellos. Y eso es bueno desde muy temprana edad.
A continuación muestro algunos chistes de niños que pueden ser graciosos.
I. -Una niña está haciendo sus deberes y pregunta a su padre:
-Papá, ¿cómo se escribe campana?
-Campana se escribe como suena
-Entonces escribo Talán-Talán
Es un chiste que los niños entenderán con mucha facilidad. Lo que más les interesará es a la palabra que representa el sonido de la campana. Al final lo importante es que ellos jueguen con la imaginación.
II. Un niño le grita a su madre
-Mami, las lentejas se están pegando
A lo que la madre responde
-Pues déjalas que se maten
El juego de ideas que representa este chiste indudablemente representará una buena razón para soltar por lo menos una sonrisa. En la web hay cientos, por no decir miles de chistes que puedes aprender para entretener a tus hijos.
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